lunes, 19 de agosto de 2013

Equivocaciones con las plantas de interior

A veces, sin darnos cuenta, erramos en los cuidados que le ofrecemos a alguna de nuestras plantas de interior sin saber muy bien que ha sucedido para que un ejemplar pase de estar espléndido a dar síntomas de un deterioro evidente y que en ocasiones puede llegar a causar su muerte.

Hay gestos que realizamos de manera habitual sin advertir que pueden no ser lo más convenientes para nuestras plantas: cerrar las cortinas en pleno día, ubicarlas en un pasillo lóbrego, cambiarlas de lugar reiteradamente, obligarlas a vivir en un espacio inadecuado, etc.

Estos son algunos de esos gestos que debemos evitar para no errar en sus atenciones.


En la cocina - En principio este un buen lugar para tener plantas, pero siguiendo unas pautas. El exceso de calor que a veces se concentra a causa del horno o la hornilla no es lo más conveniente, y menos aún la concentración de grasa que se deposita sobre las hojas tapando sus poros puede acabar con cualquier planta.

No por ello debemos dejar de adornar la cocina con una o varias plantas, muy al contrario, cada vez que hagamos uso de cualquier fuente de calor debemos colocarla en otro lugar mientras se cocina, reponiéndola concluido el quehacer. En la cocina es mejor evitar las plantas de hojas demasiado pequeñas o con pelillos: las plantas de hojas grandes y lisas se prestan mejor a una limpieza.


Salón - Cuando un ejemplar lleva tiempo ubicado en una zona determinada y se desarrolla perfectamente creciendo de forma exuberante, puede resultar un error cambiarla de lugar. Pese a lo que se pueda pensar, a las plantas de interior no les gusta los cambios de lugar y les cuesta mucho esfuerzo habituarse al nuevo sitio.

Es en esta estancia de la casa junto con las habitaciones donde las plantas de cierto volumen lucen excepcionalmente bien, sin embargo, por lo general, es raro que duren exuberantes mucho tiempo. Aquí, el error que cometemos es que por diverso motivos durante el día solemos echar las persianas, toldos o cortinas, dejando en semi-penumbra a plantas que lo que necesitan es recibir una buena iluminación durante las horas naturales. Una planta que no recibe la cantidad y calidad de luz que requiere, acaba muriendo.


Baño - Esta pieza de la casa puede parecer con diferencia el mejor lugar de la casa, ya que ofrece una de las necesidades básicas para las plantas de interior como es la humedad. En cuanto a la luz, no todos los baños cuentan con una ventana lo suficientemente grande para que deje pasar una iluminación óptima; razón por la que la mayoría de plantas no prosperan en este lugar.

La temperatura es otro problema con el que nos encontramos, ya que es muy oscilante, así puede pasar de una temperatura moderada a otra excesivamente alta después de una ducha o baño. Esto provoca un cambio demasiado brusco que las plantas de interior no toleran.


Pasillo - Pese a que nos empeñemos, en los pasillos es muy difícil que las plantas prosperen debido a que por lo general carecen de suficiente luz para ellas. Pero, aunque así sea, cuenta con el inconveniente de ser una zona de paso constante, con la molestia que supone rozar a la planta cada vez que se pasa.


Ojo con los remedios caseros - No siempre estos remedios funcionan o lo hacen de forma incorrecta. Uno de ellos, indica que para elevar la cantidad de humedad y refrescar a una planta hay que colocar unos cuantos cubitos de hielo sobre la tierra, así al derretirse le proporciona frescor y humedad. Eso es a todas luces un auténtico disparate, ya que el hielo al derretirse se filtra hasta las raíces enfriándolas de tal manera que llega a ser más nocivo que la falta de humedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario