sábado, 28 de septiembre de 2013

8 Consejos para tu jardín

1 UNA JARDINERA PARA ESTE VERANO
Geranios, petunias, verbenas, siemprevivas... están espectaculares desde ahora y hasta las primeras heladas. Por eso, te proponemos disfrutar de tus especies preferidas al mismo tiempo, combinándolas en una jardinera. El resultado depende de cómo realices la composición, así que te recomendamos diseñarla primero sobre un papel, teniendo en cuenta los colores de las flores y el desarrollo de cada ejemplar.




a. Sitúa el recipiente en el lugar al que esté destinado y extiende una capa de drenaje en el fondo. Añade fertilizante de liberación lenta al mantillo para asegurar el adecuado desarrollo y estimular la floración de los ejemplares que instales.







b. Evita las horas más calurosas a la hora de plantar. El sustrato contenido en los tiestos de plástico se seca rápido. Por eso, y para asegurar el arraigo, sumerge los cepellones en agua antes de instalarlos en el contenedor.








c. Colocada en el suelo, sobre una mesa o en un alféizar, tu jardinera llamará la atención. Riégala copiosamente y a diario durante la temporada caliente y no vaciles en recortar las plantas invasoras. Elimina las flores secas.






TUTORES PARA LAS VIVACES FRÁGILES
A medida que van creciendo, tus plantas vivaces de porte alto y tallos algo delicados necesitan unos soportes que les impidan doblarse o quebrarse y resalten su espectacularidad. Aquí te proponemos tres prácticos sistemas que puedes realizar tú mismo y que te permitirán afrontar situaciones diversas con resultados igual de eficaces. Toma nota.




a. Usa tutores de bambú para guiar matas altas y delgadas. Clávalos al pie de los ejemplares y átalos a los tallos formando ochos con una cuerda.










b. Un aro metálico como éste protegerá del viento a tus vivaces más altas y aisladas. Este sistema tiene la ventaja de sujetar varios ejemplares a la vez.









c. Un armazón de cañas de bambú te permitirá entutorar matas altas y espesas. Clava cuatro cañas en el suelo y únelas dos a dos con más cañas y cuerda.





DEL TIESTO AL MACIZO
Ha llegado el momento de trasladar los plantones de temporada al macizo. Prepara el terreno limpiándolo y humedeciéndolo si está seco. Ten en cuenta el desarrollo de tus plantas y pon las más altas detrñas para que no tapen al resto. Ya instaladas, añade harina de huesos a la superficie. Este fertilizante orgánico de liberación lenta las nutrirá durante mucho tiempo.




a. Prepara la zona reservada a las nuevas plantas eliminando lo que estorbe: hierbajos, raíces... Haz hoyos mayores que el cepellón de cada ejemplar. Respeta las distancias entre ellos.









b. Extrae con cuidado cada ejemplar de su maceta colocando el recipiente boca abajo, sujetando la planta con las manos y golpeando la base o presionando el tiesto con suavidad.








c. Antes de instalar la planta en su hueco, mira que las raíces no queden muy presionadas. Cuando esté bien colocada, rellena el agujero con tierra y afirma alrededor del tallo.



UN INSECTICIDA CASERO
Por su nivel de eficacia, el caldo de ortigas hecho por ti mismo es uno de los insecticidas-acaricidas más valiosos para las plantas del jardín, y si se deja macerar durante más tiempo para que se concentre puede utilizarse, además, como un excelente abono sumado al agua de riego. Pulveriza el caldo resultante sobre las hojas de tus plantas para utilizarlo como insecticida natural si sólo los has dejado macerar 4 días. Te explicamos, paso a paso, cómo se consigue.





a. Corta las ortigas frescas e introdúcelas en un cubo lleno de agua fría, mejor si es de lluvia. La proporción adecuada es de 100 gramos de hierbas por litro de agua.


  





b. Deja macerar la mezcla unas dos semanas, removiéndola a diario. Fíltrala a partir del día catorce, cuando compruebes que ha desaparecido la espuma de la superficie.








c. Diluye la mezcla en agua. Lo recomendable es añadir dos litros de agua por cada uno de mezcla. Utilízalo para combatir, sobre todo, pulgones y araña roja.







UN TOCÓN HECHO PLANTA VERDE
Si hace tiempo perdiste alguno de los árboles de tu jardín y aún no has extraido el tocón, te proponemos una solución muy decorativa que te permitirá aprovecharlo. Consiste en cubrirlo con el precioso follaje de una hiedra, tal y como te mostramos a continuación. El proceso es tan sencillo que seguro que se te ocurre utilizarlo para decorar otros muchos elementos, como muros o grandes árboles.



a. La ventaja de la hiedra sobre otras trepadoras es el rápido crecimiento de sus tallos, que tienden a extenderse sobre el suelo. Para que puedan agarrarse mejor, rodea el tronco con un alambre.






b. Planta la hiedra a una distancia considerable del tocón. De esta manera conseguirás  que las raíces del árbol (es decir, del tocón) no puedan interferir de ninguna manera con las de la hiedra.








c. Pasa los tallos de la hiedra por debajo de las vueltas de alambre según vayan creciendo para que lo hagan por encima del tocón. No deben estar demasiado apretados.






ELIMINAR DE RAÍZ LOS HIERBAJOS
Se extienden por macizos y rocallas, y compiten con tus ejemplares por el agua y los nutrientes que reciben del terreno. También aparecen de improviso en la pradera de césped, afeándola considerablemente. Lo mejor es atacarlos cuanto antes y hacerlo de raÍz, para dificultar su reproducción, tal como te explicamos a continuación.




a. Un desplantador en forma de horquilla como el del dibujo superior, te ayudará a extraer de raíz las malas hierbas. Clávalo en el suelo hasta la empuñadura junto al ejemplar que quieras eliminar.







b. Un movimiento repetido de balanceo, de izquierda a derecha como se indica en la ilustración, de la herramienta te ayudará a ahuecar la raíz de la hierba hasta conseguir desprenderla por completo.








c. Ya sólo queda retirar el hierbajo, asegurarte de que no queden restos de raíces en el hueco y rellenar con mantillo la superficie que ocupaba. Si estaba en el césped, añade alguna semilla al mantillo.



  
 

7 UNA PENDIENTE BIEN APROVECHADA
Un terreno en pendiente puede representar un antiestético obstáculo si no se sabe cómo incorporarlo al jardín, rompiendo la sensación de continuidad. Además, corre el riesgo de desmoronarse a consecuencia de la lluvia. Estas tres soluciones te ayudarán a asegurar la zona, al tiempo que la transformas en un elemento decorativo.








a. Crea una pequeña terraza utilizando troncos y piedras para calzar la tierra, lo que te permitirá disfutar del jardín en dos alturas. Para que la construcción resulte eficaz, deberías hundir al menos 30 cm los troncos en el terreno y fijarlos con piedras resistentes.









b. Construye una escalera afirmando bien el terreno e instala una fila de macetones en cada escalón procurando que queden bien pegados los unos a los otros es otra idea. Los recipientes tienen que ser pesados para dar estabilidad al conjunto. Puedes rellenarlos con diferentes plantas.






c. Transforma en una rocalla el talud (no te resultará complicado) si das con piedras de buen tamaño, las entierras un tercio y las colocas ligeramente inclinadas hacia atrás. Te asegurarán una buena estabilidad, lo mismo que las raíces de las plantas que instales al cabo de un tiempo.




COLOR DE ABAJO ARRIBA
Puedes multiplicar la vistosidad de tus trepadoras de flor (clemátides, buganvillas, madreselvas o rosas) asociándolas a estructuras verticales como pérgolas o arcos, o a otras plantas. Te proponemos tres ideas muy prácticas. 





a. Una estructura vertical como ésta, en forma de pirámide, facilitará el guiado de la planta y constituirá un impactante elemento decorativo durante la floración. Instálala antes que el ejemplar, para que la recorra desde el principio de su desarrollo.










b. Un tutor resistente puede elevar a una trepadora hasta la copa de un árbol. Instálalo antes que la planta para no dañarla y asegúrate de que quede bien afianzado en el suelo. Sólo así será capaz de soportar el peso del ejemplar cuando éste haya crecido. 










c. Si el árbol elegido no tiene flores, las de tu trepadora llenarán el vacío. Las ramas servirán de soporte natural a la planta, aunque puedes ir guiando los tallos nuevos a medida que crezcan para conseguir un resultado más decorativo. Si es preciso, puedes sujetarlos a las ramas con cuerdas.



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