25 secretos, trucos y consejos del abonado de plantas y árboles

Los vegetales precisan nutrientes compuestos de iones minerales que absorben a través de las raíces. Estos nutrientes junto el dióxido de carbono es lo que emplean para fabricar su alimento. Las plantas y árboles precisan en gran cantidad Nitrógeno (estimula el desarrollo y aumenta la intensidad del color verde de las hojas), Fósforo (ayuda al desarrollo de las raíces y a la formación de las flores), Potasio (aumenta y mejora la floración, la producción de frutos y la resistencia contra enfermedades), Azufre, Magnesio y Calcio. En menor cantidad son imprescindibles el Hierro, Cloro, Manganeso, Molibdeno, Cobre, Cinc y Boro.

Una llave oxidada puede tener una segunda vida si la enterramos junto a una planta o a un árbol. Su óxido es beneficioso.

¿Cómo abonar el jardín?. Guía de abonado de plantas y árboles. 25 secretos, trucos y consejos.

 

1. Usar abonos compuestos de nitrógeno, fósforo y potasio. Si contienen, además, hierro y magnesio, mejor que mejor. La carencia de nitrógeno ocasiona un desarrollo reducido de la planta, la de potasio que se decoloren las hojas y que no se produzca una floración correcta. Si nuestras plantas y árboles no tienen suficiente hierro y magnesio tendrán las hojas amarillas y, si son de las que precisan suelos ácidos, no estarán del todo sanas.
2. Usa un abono simple rico en hierro para combatir la clorosis férrica.
3. Para las plantas en flor debemos escoger un abono rico en fósforo y potasio. En cambio, para las plantas verdes, es mejor usar un abono rico en nitrógeno.
4. No abonar durante los meses de agosto y diciembre. La planta no lo precisa.
5. Usar abono líquido para las plantas de interior. 
6. Usar abono sólido y/o foliar para las plantas de exterior.  Usar abono líquido en el exterior no es conveniente porque las dosis han de ser muy elevadas y no es del todo eficiente.
7. Usar las cenizas de fuegos, barbacoas y tabaco para abonar a las plantas. No lo debemos hacer habitualmente pero es un excelente abono. Son ricas en potasio y fósforo. Los rosales son unos excelentes receptores de este tipo de abono.
8. Si deseamos un crecimiento rápido de nuestras plantas podemos usar un abono foliar semanalmente. 
9. Es ideal regar a diario pero poca cantidad de agua. Si la temperatura es elevada debemos regar dos veces al día. Pulverizar con agua las partes aéreas de las plantas.
10. Para complementar la alimentación de nuestras plantas y árboles usar, ocasionalmente, leche, café, café con leche, cacao, caldo de las verduras, restos de pollo, agua donde hayamos limpiado o remojado verduras o frutas y otros desechos culinarios.
11. Cuando aportemos abonos solidos es conveniente que lo mezclemos con el sustrato para que las raíces lo puedan absorber.
12. No desechéis el agua del acuario ni la de los jarrones de flores. Regar las plantas con ella. Es una excelente aportación de nutrientes.
13. Si añadimos vino al agua de riego favorecemos el crecimiento de las plantas.
14. Para dulcificar los frutos debemos añadir una copa al mes de anís a nuestros frutales.
15. Favorecer la presencia de lombrices. Un suelo rico en lombrices es sinónimo de buena tierra. Perforan el suelo haciendo galerías verticales en clases de tierra que no dejan pasar el agua. Nos ayudan a mejorar la calidad de la tierra. Las raíces de los arbustos y rosales se desarrollaran mejor con este drenaje adicional.
16. Aportar estiércol mejora la estructura del suelo. Cuando usemos estiércol debemos vigilar que sólo fertiliza la capa superior del suelo. Si lo mezclamos a más profundidad es contraproducente ya que puede envenenar los elementos orgánicos de las capas más profundas.
17. No abonar plantas recién trasplantadas. Debemos dejar que se adapten en su nuevo hábitat.
18. Plantar Trigo sarraceno, Centeno y Mostaza para usarlos como abono medicinal. Dejemos un lugar del jardín para plantar estas tres variedades. Cuando lleguen a los 12-15 centímetros los debemos segar y los esparcimos en el jardín. En invierno se descompondrán y limpiarán la tierra atacada por las plagas, eliminarán las malas hierbas y enriquecerán los suelos pobres.
19. Abonar con abonos disueltos después de regar. Hacerlo en la tierra seca puede quemar las raíces.
20. Enterrar pilas usadas junto a las gardenias, camelias y hortensias. Las plantas acidofolias se benefician de los líquidos que desprenden.
21. Enterrar las llaves y los clavos con óxido. Las plantas agradecerán la aportación mineral de ese óxido.
22. Repartir los clavos de abono alrededor del tronco de las plantas y árboles. No hacerlo puede perjudicar su crecimiento al no llegar a todas las raíces por igual.
23. Vermút para las gardenias. Una vez al mes una copa de vermút seco ayudará a tener una floración hermosa y abundante. Usarlo después de un riego abundante.
24. Los desechos de la jaula de los pájaros también son abono. Guardar los excrementos de vuestros pájaros en una bolsa de tela. De vez en cuando la debemos poner en agua durante una hora y luego regar con esa agua.
25. Utilizar las bolsas de té usadas como abono. Al menos un par de veces al año esparcir el contenido de la bolsa en una planta. Aportaremos nutrientes y materia orgánica beneficiosa.