Dalias, crisantemos, heliantus, rudbequias, etc. alcanzan su máximo esplendor entre finales de verano y principios de otoño, justo cuando la mayoría de las flores ha vivido su mejor momento. Los cuidados que te mostramos a continuación tienen la finalidad de ayudarlas para que su color dure el máximo tiempo posible.
1 Arranca los capullos de flor secundarios (los que están por debajo del central) mientras sean pequeños. Así conseguirás que tus ejemplares produzcan flores de mayor tamaño.
2 Elimina las hojas que presenten síntomas de plagas o enfermedades desde los primeros momentos. Si hay mucha invasión, utiliza el fitosanitario adecuado.
3 Aplica un fertilizante general de acción rápida con el riego mientras continúe la floración, pero no abuses del nitrógeno. Es beneficioso para las hojas, pero puede entorpecer la floración.
Fuente: http://www.mijardin.es
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